24 de agosto de 2016

El Chuck Norris Islandés

Hoy ha sido un día completo, de esos en los que aunque el viento sople en contra a más de 20 km/hora encontrase a Chuck le alegran a uno la jornada y aunque estuviera sólo, desaparecido en combate, seguiría escribiendo mi propia historia.
Tras ayer desandar 10km y desechar la idea de dormir junto al avión caído debido al fuerte viento y la escasa adherencia del erial de arena negra dónde cayó, amanecí en el albergue de Skógafos con el murmullo de fondo de las cataratas. Aunque el viento quiso mermar mis fuerzas el sol me regaló tantas estampas que sólo mis rodillas se acuerdan de él, así que mañana, descanso, pues amenaza lluvia.
Dyrhólaey
Petursey