20 de agosto de 2016

La leche condensada triunfa en Alicante

Bueno, ya sólo nos separa una puerta de estar más cerca del avión.
Preocupado gran parte del día con el exceso de peso y las dimensiones de la maleta de mano, al final, una buena cara de leche condensada arregla todo.
Por cierto, desde aquí mando un saludo a la maja azafata, que se olvidó pesar la caja mientras le contaba la aventura que estaba a punto de vivir en Islandia.
Total sólo me pasaba 7kg de lo estipulado, ahora falta que la caja llegue a su destino o me veo pasando las horas en la piscina de aguas calientes, hasta que me convierta en garbanzo.

(De momento blogger no me deja subir fotos, esto me recuerda a China)

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